Fragmentos para la Valoración del Patrimonio Artístico Regional – Museo de Arte Moderno de Bucaramanga
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Fragmentos para la Valoración del Patrimonio Artístico Regional

Artistas santandereanos en la colección del Museo de Arte Moderno de Bucaramanga, MAMB

Leonardo Caballero Piza

Historiador y Artista Visual. Magíster en Artes, Cultura y Lenguajes

 

 

Presentación

I. Representaciones del cuerpo

II. Intereses por el paisaje y la naturaleza

III. Apropiación objetual

IV. Figuración abstracta

V. Fotografia documental

VI. Laboratorios de investigación + creación

Cierre y referencias


La diversidad de obras y artistas presente en la colección del Museo de Arte Moderno de Bucaramanga, MAMB, obliga a realizar una investigación que establezca nociones y temáticas en las piezas que integran este patrimonio artístico local, a través de la propia valoración estética, teórica y su relación interdisciplinar con las demás áreas de las ciencias humanas y sociales. La curaduría sobre una colección permite organizar y seleccionar obras de arte para profundizar sobre sus contextos de producción y difusión, sus significados y relaciones con palabras e ideas que de manera poética pueden vincularse con la propia producción de las artes plásticas y visuales de la región. «Encontrar conceptos, coincidencias, atar y desatar nudos», esa es la labor de la curaduría como herramienta de investigación en la historia del arte y la cultura visual.

Cada curaduría encuentra y organiza las obras que pueden entrar dentro de esa noción sobre la cual investiga el curador, quien funge como crítico e historiador. «Un curador estudia, clasifica, establece categorías de análisis, contenidos temáticos, redacta guiones, instaura y supervisa normas técnicas, documenta materiales culturales y difunde el conocimiento al público» (Restrepo, 2009, p. 12); por tanto, es la misión de este proyecto de investigación velar por la visibilización de las obras curadas, su conservación a partir del trabajo intelectual y su apropiación como patrimonios artísticos locales a partir del mismo proceso.

El curador debe mediar o generar diálogos entre los objetos del pasado exhibidos, sus relaciones de uso y el contexto de producción con los públicos visitantes, brindando en todo momento elementos de aproximación, apreciación, conocimiento y disfrute de la experiencia museal […] El curador sirve como intermediario o árbitro entre los artistas, las instituciones, los organismos patrocinadores y el público. (Restrepo, 2009, p. 15)

Esta investigación curatorial se realiza en una colección de arte, que ya establece unos límites y estrategias para comprender las producciones artísticas allí custodiadas. Grosso modo, «una colección puede ser definida como un conjunto de cosas» (Restrepo, 2009, p. 13) que, en el caso de una colección de arte, poseen valores estéticos, plásticos y visuales que allí reposan y necesitan su pronta investigación curatorial para difundirlas a los públicos que visitan el museo.

Isabel Cristina Ramírez Botero nos plantea el siguiente escenario, cuando hablamos de investigar una colección de arte, con el ánimo de reconstruir, a partir de estos fragmentos, la historia del arte de una región, un territorio, sus artistas y sus obras. Para Ramírez Botero (2010) investigar el arte de una colección «puede servir de insumo para construir muchas historias, pero es necesario ser conscientes de las condiciones de la colección como punto de partida, pues ella tiene su propia historia, sus realidades internas y sus contradicciones y limitantes» (p. 7). Esto nos advierte sobre el entorno donde nos ubicamos para emprender una investigación que busca la apropiación social de estas obras como patrimonios locales, considerando las piezas como una pequeña parte de la historia del arte santandereano que se custodia en el MAMB.

Comprender y abordar las obras de la colección requiere relacionar sus contextos dentro de la misma, puesto que estas obras son tan solo una extracción de la producción plástica y visual regional que se encuentra custodiada por el museo. La amplia producción artística de creadores santandereanos no puede invisibilizarse en ejercicios como este, por tanto, es importante aclarar que aquí solo se observan las obras de una colección, las cuales pueden establecer vínculos con otras producciones artísticas como fragmentos de una historia regional del arte que busca considerar su lugar como patrimonio artístico local y regional.

La historia del arte se sustenta en las piezas artísticas, por ello la colección debe analizarse desde perspectivas menos genéricas y hegemónicas, así como encontrar enfoques interdisciplinares que ayuden a la comprensión de estas obras dentro de la dinámica que juegan en la propia colección, como fragmentos de una historia del arte regional que poco a poco visibiliza y dinamiza diferentes nombres de creadores plásticos y visuales.

Para Juan Camilo Sierra Restrepo (2000) una colección de arte es «un nuevo sistema de conocimiento y un nuevo sistema histórico, una historia en sí misma, unas historias» (p. XVII). En ese sentido, en la colección del MAMB se procura la reconstrucción de una de esas posibles historias; el proceso curatorial nos permite develarla y plantearla.  A partir de una selección, esta investigación busca establecer una historia que permita comprender a profundidad un selecto grupo de obras, teniendo en cuenta que otras piezas podrán investigarse en otras tantas historias y considerando que la colección de arte es un dispositivo dinámico y, por lo tanto, «nunca acaba de completarse», como afirma Sierra Restrepo (2000, p. XVII). La colección de arte de un museo es la recolección de algunos fragmentos traducidos en obras de arte que, a partir de procesos investigativos, pueden dimensionar su papel social para constituirse además como patrimonios artísticos locales.

Las obras investigadas en la colección pueden ser leídas como fragmentos del arte colombiano y latinoamericano. Esta es una revisión de la plástica y las poéticas visuales de creadores de diferentes años, generaciones y momentos del arte, constituidos a partir de las conexiones que entre ellas mismas puedan generar.  No se trata, entonces, de una historia lineal del arte, sino de la historia del arte como herramienta curatorial para situar a los artistas y comprender las intenciones de sus producciones en el contexto latinoamericano y global, tratándose de obras creadas en la segunda mitad del siglo XX (desde la década de 1970) y las primeras décadas del siglo XXI, hasta nuestros días, las cuales, independientemente de su año de creación, tienen diálogos entre sí en este marco cronológico y en una historia no lineal del arte en Santander, Colombia y América Latina.

Para el crítico e historiador del arte colombiano Germán Rubiano Caballero (2001), hoy en día, el contexto del arte latinoamericano está rodeado de rupturas y descentralizaciones, además de estar envuelto en problemáticas económicas, sociales y ecológicas (p. VI), lo cual implica la convivencia de diferentes manifestaciones plásticas y visuales alrededor de estas temáticas que rodean la sociedad actual, en el contexto específico santandereano. Para este caso, artistas representaron desde sus diferentes lugares de enunciación sus percepciones frente a estas dinámicas y son, especialmente, las obras aquí seleccionadas las que responden a esta urgencia del arte como mediador para la comprensión de tales símbolos y sistemas contemporáneos, desde la manifestación artística.

Para Rubiano Caballero (2001) esta dinámica también revela una «impresionante diversidad» (p. 1) de obras artísticas, especialmente en las últimas décadas del siglo anterior y en nuestro tiempo, donde se evidencia la más diversa producción de lenguajes plásticos y visuales que cuestionan la realidad como latinoamericanos y de América Latina. El arte latinoamericano presenta «una gran variedad de manifestaciones} (Rubiano, 2001, p. 3), y a los artistas contemporáneos de nuestro subcontinente se les define como creadores que desprecian «los acabados pulidos, el prurito por lo carente de belleza, la secularización y las preocupaciones por lo histórico, lo político, lo primitivo, lo ecológico y por todo lo relacionado con la extinción y la muerte» (Rubiano, 2001, p. 3).

La visión de Rubiano Caballero funciona para encontrar en algunos artistas santandereanos de la colección dichas conexiones con la dinámica continental del arte de América Latina. Esta curaduría busca responder algunos interrogantes: ¿cuál ha sido papel de estos artistas y sus obras en la dinámica local y latinoamericana?, ¿por qué es importante estudiar su obra?, ¿por qué pueden constituirse como patrimonios artísticos locales?, ¿cuál es el papel de la investigación curatorial en este proceso?

Para ello, tendremos presentes artistas de la región de Santander y Norte de Santander cuyas obras son custodiadas por el Museo de Arte Moderno de Bucaramanga y se encajan tanto en las nociones como en las búsquedas conceptuales y poéticas que se proponen a lo largo de este ejercicio, como fragmentos y eslabones de la esfera del arte nacional y latinoamericano.

El papel del curador como árbitro o mediador implica revisar y clasificar obras de la colección y, a partir de una previa organización, seleccionar aquellas piezas que establezcan vínculos entre sí y permitan la comprensión de ideas y conceptos a través de sus diferentes formas plásticas y visuales. En consecuencia, en esta curaduría no se pretende estudiar la obra de todos los artistas santandereanos en la colección, sino establecer categorías temáticas y de análisis que permiten abordar algunas de estas producciones.

En esta curaduría se identificaron cuatro temas que exploran diferentes conceptos, a través de la poética visual y la investigación crítica que, además, dialoga con otras producciones académicas y culturales para descifrar significados específicos en cada una de las obras seleccionadas. Con ella se busca brindar elementos para comprender las piezas de manera situada, desde su contexto regional y en sus significados universales, reconstruyendo discursos que le permitan a la comunidad reconocerlas como verdaderos patrimonios artísticos locales. Así mismo, se hará mención a la serie de fotografías documentales que componen la colección, como herramientas, instrumentos, fuentes y documentos visuales que en nuestro presente y futuro ayudarán a salvaguardar la memoria visual y colectiva de la región.

En palabras de la historiadora Ades Dawn (1989):

La fe en la responsabilidad y el propósito social del artista, poco sorprendente si se toman en cuenta los «vastos e ineludibles» problemas socio-políticos y económicos de Latinoamérica, ha sido un factor dominante, de gran influencia tanto en la reelaboración de la tradición europea como en el desarrollo de un lenguaje artístico adecuado y accesible para todos (p. 3)

Por lo tanto, la división realizada en esta investigación sobre algunas obras de la colección responde a los intereses formales y temáticos de las piezas artísticas y sus creadores, evidenciando cómo la tradición europea ha influenciado las prácticas artísticas regionales y cómo, al mismo tiempo, estas técnicas y conceptos han sido apropiados por artistas locales para dar nuevas lecturas y representaciones a las amplias problemáticas latinoamericanas, desde la provincia, desde la amplia región santandereana y la de los artistas que interactuaron con ella desde afuera, configurando un lenguaje que busca crear reflexiones para que en la memoria colectiva y en la comunidad a la cual llegue esta muestra se creen lugares de apropiación social y cultural de estas expresiones artísticas para que sean adoptadas como patrimoniales, por medio de la historia del arte.

Esta investigación curatorial se centra en los artistas que, según Gilles Lipovetsky (1996), decidieron seguir lo que el arte moderno proponía y sigue proponiendo hasta nuestros días: «liberarse de la fidelidad al modelo y la representación euclidiana» (p. 192). Las piezas de los artistas seleccionados van más allá de representaciones literales en una obra de arte, por cuanto proponen diversos significados, a partir de nuevas figuraciones, por medio de las expresiones plásticas y visuales. Cada obra actúa de estas maneras, de acuerdo con sus contextos de producción y exploración en el territorio de la región santandereana.

En este punto, encajan las palabras del crítico Eduardo Márceles Daconte (2009), quien afirma que en el caso de los artistas del oriente colombiano, existe una tendencia a «permanecer en la respectiva región a fin de encontrar los elementos propios de su herencia cultural y transmitirlos a su obra artística» (p. 67), siendo posible encontrar en las obras de estos artistas vínculos con la región, que pueden establecerse desde la propia comprensión del territorio de una manera ecosistémica, incluyendo el propio entorno natural y sus dinámicas sociales, políticas, culturales e históricas.

En esta selección curatorial de artistas de la región santandereana se vincularon obras, cuyos diálogos están relacionados con las representaciones del cuerpo, cuerpos que se encuentran con el territorio y con las rutas individuales de los artistas, así como con sus formas de enunciarlos, transformarlos y presentarlos en el contexto donde se exhiben. También aquellas obras con intereses por el paisaje y la naturaleza llamaron la atención a la hora de poner en diálogo estas creaciones. Se trata de poéticas visuales que retratan panorámicas urbanas, rurales e individuales de la ciudad, del paisaje natural y cultural. De lo panorámico, se pasa a lo material y es por ello que la apropiación objetual juega un papel importante en las preocupaciones artísticas de creadores plásticos y visuales, en un interés por resignificar la cultura material y sus enceres cotidianos. Finalmente, obedeciendo a la tradición de la historia del arte y las formas que aún resisten en la contemporaneidad, se abrió un espacio en la selección para la figuración abstracta, que hoy sigue vigente por generaciones de artistas que integran el arte regional.

Estas cuatro divisiones corresponden a narrativas y fragmentos que se relacionan con la intención de los artistas para desplazar esos significados a nuevas interpretaciones y cuestionamientos que puedan generarse desde la interacción con la obra y sus espectadores. Si bien, la colección del MAMB cuenta con obras de diversos artistas, en este ejercicio de investigación fueron consideradas únicamente algunas de ellas que, por lo que simbolizan, permiten establecer vínculos con los conceptos abordados y establecer relaciones con las obras de los demás ejes, haciendo posible identificar el carácter crítico de estas, en su relación con la construcción de imaginarios y memorias colectivas de una región marcada por diferentes contextos sociales, culturales e históricos en los que se crean enlaces en las formas y estéticas.

Sin embargo, como se mencionó anteriormente, existe una quinta categoría de análisis para esta colección, la cual requiere una revisión especial y profunda, puesto que se trata de una serie de fotografías documentales que integran la colección. Fotografías que, por su valor para la preservación de la memoria visual y del paisaje cultural y natural de nuestro departamento, es importante resaltar, dada su importancia para la constitución de patrimonios que han sido retratados por estos fotógrafos. No obstante, esta categoría apenas consiste en una revisión panorámica sobre la importancia de la fotografía documental en las colecciones de arte, ya que la investigación sobre archivos fotográficos requiere otros enfoques que limitan con los demás cuatro ejes identificados en el desarrollo de esta curaduría.

Así, este ejercicio curatorial establece diálogos con otros autores y autoras, cuyos pensamientos y afirmaciones transitan con las obras de la colección, atraviesan su materialidad y develan nuevos significados a este patrimonio artístico de la ciudad, organizados a partir de los ejes curatoriales con los cuales se relacionan. En ese sentido, este busca organizar, identificar y juntar algunos fragmentos que posibiliten lecturas sobre nuestro territorio y el universo, a partir de los ejes propuestos para develar sus símbolos y significados. La colección del MAMB merece y requiere otras investigaciones con diversos enfoques que permitan el reconocimiento total del conjunto de obras custodiadas por el museo como patrimonio artístico regional a partir de ejercicios de valoración como este.

Esta producción es resultado del Proyecto «Artistas santandereanos en la colección del MAMB: Valoración y apropiación social del patrimonio artístico local», ganador de la Beca interdisciplinar de investigación – creación para apropiación del patrimonio cultural en colecciones museísticas del área de Patrimonio Cultural y Artesanía, de la Convocatoria de Estímulos 2021 – Bucaramanga Cree en tu Talento del Instituto Municipal de Cultura y Turismo de Bucaramanga IMCT / Alcaldía de Bucaramanga.